Esta noche, la alfombra azul

El gran día ha llegado, esta noche tendrá lugar la 82 edición de la gala de los Oscar y una nueva película se alzará con el galardon, disfrutando para siempre de su prestigio. Como todos los años las favoritas se adelantan en la carrera, este año Avatar y En tierra hostil se colocan en esa posición frente a la estatuilla, ambas con nueve nominaciones.

Personalmente ya he hecho mis apuestas y es que la demorada reaparición de James Cameron no ha dejado indiferente a nadie, al igual que Titanic, Avatar llena las salas de cine y la audiencia queda gratamente sorprendida con la película, pero Avatar es algo más.

Cameron hace que te involucres en la historia desde el principio, a pesar de vivir una realidad mucho más austera y pobre, un suelo menos azul y más negro. Disfrutando de la película su utopía se traslada a cada una de las butacas y se puede respirar un aire renovado de ilusión y esperanza, pero despertando por un momento en nuestro mundo y realizando la inevitable y odiosa comparación se advierte que los malos de la película en esta ocasión somos nosotros.

Probablemente Avatar llega tarde, la moraleja que podemos aprender de respeto a la “madre”, de compromiso ante cualquier aspecto de la naturaleza, nos llega tarde. Cualquier persona que últimamente trate de sumergirse en la película debería extraer esa valiosa moraleja que nos puede enseñar mucho más que cualquier cumbre de medio ambiente. Ese es el mayor valor de la película, esa magnifica, aunque ciertamente ilusoria, enseñanza que esta envuelta en una historia, de base simple, pero en un escenario único, paisajes majestuosos y bellísimos, logrados gracias a las maravillas de la técnica que tanto aprecia y explota Cameron.

Todo ello hace que Avatar, sin sorpresas, se haya situado como una de las favoritas en la próxima gala de los Oscar. Merece la pena mencionar su nominación a mejor película y mejor director, James Cameron lograría su objetivo. Además hay otras categorías entre las que también se encuentra nominada y que habitualmente quedan más en la sombra, dirección de arte, efectos visuales, banda sonora original… En este caso su valía en estos campos es más que evidente y gracias a ello realmente la película es lo que es, puedes deleitarte sin dejar de pestañear. Cada sonido y cada imagen son merecedores de la estatuilla y por ello esta noche la alfombra de los Oscar debe ser de Avatar, debe ser azul.

ACTUALIZACIÓN: Finalmente Avatar se quedó viendolas pasar, tan solo se hizo con tres estatuillas (Fotografía, Música orginal y Dirección artística)de las nueve a las que optaba. La gran triunfadora de la noche fue En tierra hostil con su premio como mejor película y mejor director, en este caso y la primera vez en la historia de los Oscar, directora, Kathryn Bigelow.