¿A dónde llegar?

Falta de tiempo, falta de ganas, falta de motivación... realidades y excusas al mismo que entorpecen y alargan mis descuidadas actualizaciones.
Espero que todo ello no sea la oscura máscara que oculta mi falta de inspiración, algo mucho más grave y que me hace temblar, pues sin luz en el camino... ¿a dónde llegar?.
Ideas, haberlas ahilas, nunca deben faltar pero hay algo más.
Qué gran verdad esa de Picasso: Cuándo llegue la inspiración que me pille trabajando. Lo mismo pido, pues mi almohada está mullida por los pensamientos reposados de antes de dormir pero ante la pantalla mis dedos enmudecen como si no hubiesen despertado del letargo invernal. ¡Despertad!

Locos por el fútbol

¡Qué se pare el mundo! ¡Hoy hay un Madrid - Barça! Así parece que funciona el sistema y perdónenme si me bajo del carro pero parece que por mis venas no corre la gran pasión futbolística. Y tanto es así, que en muchos casos tampoco puedo llegar a entender muchas de las actitudes extremas de quienes disfrutan del fútbol de manera exagerada.

Si el verdadero fin de seguir este deporte es la diversión y pasar un buen rato con una de tus aficiones, puedo comprender que te guste estar al tanto de las últimas noticias y acontecimientos futbolísticos, pero de ahí a que tu vida y tu tiempo de ocio se vea totalmente dirigido por un partido de fútbol, me parece excesivo. Y más aún si el resultado de tal evento te convierte en la persona más feliz del mundo o en el más miserable de los seguidores.
¿Realmente es tan importante?

El hecho de no seguir el deporte rey te caracteriza, ya de entrada, de bicho raro. ¡¿No te gusta el fútbol?! Bah… Como si el fútbol fuese el único entretenimiento que existe o el único deporte, aunque en algunos momentos eso pueda parecer. El problema puede ser que veo demasiados intereses económicos, es una gran máquina de dinero, no cabe duda, y ese contexto enturbia el deporte en sí.

En cualquier caso, hay ocasiones y temporadas en las que observar el campo de algunos equipos tiene un aliciente más y es que se convierte en el más caro de los escaparates. El ejemplo esta muy presente, 94 millones ha costado al Real Madrid ver desfilar a Cristiano Ronaldo por su verde. Creo que aún tendré que seguir ahorrando para llevármelo a casa. Es una cantidad elevada pero, probablemente, ya recuperada entre spot televisivos, sesiones fotográficas y eventos, sin tener en cuenta el aumento del número de aficionadas y seguidoras del equipo.

Cuando veas el partido mira a tu alrededor y cuidadito con lo que dices, eso bajo pena de linchamiento popular. El patriotismo hacia cada equipo es una de las mayores características del fútbol, mayoritariamente los colores van marcados por el territorio y la misma pasión que tienes por tu tierra debes tener por sus colores, así lo manda la tradición.

Yo que veo los toros desde la barrera solo puedo lanzar el típico topicazo ¡qué gane el mejor!

De apagón

¡Se acabó lo que se daba! El afamado apagón ha hecho presencia y ahora la TDT es una realidad, o debería serlo. A pesar de todo, hay hogares donde se quedaron en tinieblas, ya sea por la “tipical spanish” espera hasta el último momento, o por que te encuentras en una zona negra donde la señal digital no llega, ufff, complicada solución.

La TDT, de momento, ha quedado en un anuncio de lo que podía ser. Me recuerda a las preciosas, jugosas y maravillosas hamburguesas con las que las mundiales fast-food nos alimentan la mente y que luego se convierten en patéticos bocadillos.

La “supermegaguay” televisión digital nos prometía más calidad de video y sonido, más canales, más contenido y... ¡wuhao!... INTERACTIVIDAD. La realidad: una señal intermitente y “supermegaguay” pixelada por momentos; más canales, sí, pero de recuerdos y redifusiones; y lo mejor, una interactividad tal que puedes ganar 60.000 euros fácilmente con una llamada (que te costará el doble) y donde una gran directiva de la cadena escuchará tu voz, aunque solo sea para decir tu nombre o alguna obscenidad.

Desde luego menudas promesas, del gobierno tenían que venir...